¿Cómo decidí a
hacer un intercambio? Todo comenzó en una conversación en donde se me propuso
tener una experiencia distinta, fue una conversa corta y así un mes después me
encontraba en un avión destino a una ciudad que no conocía, donde no conocía a nadie,
no hablaba el idioma, pero sabía a donde iba y para que había llegado.
Al momento de ver
por la ventana del avión y sentir que ya no estaba en Lima, me llené de una
sensación indescriptible, esa sensación que sientes en la panza (ojo no era
hambre) no tengo ni idea de como explicarla; pero bueno, además no me cansare
nunca de decir que todo mundo me trato de una manera genial, desde la persona
que me vendió el ticket del primer bus para llegar a una ciudad llena de
arboles y edificios inmensos, en donde podía ver campos llenos de caballos y
cruzando la calle un centro comercial, hasta el señor mas anciano de una
comunidad encarecida.
Debo confesar también que para mi, esa experiencia me ha dado grandes satisfacciones, jamás pensé que con lo soberbio que en algún momento pude llegar a ser aquí, hubiese podido causar el impacto que generé allá. Ser parte del sueño de un grupo de personas y que esas mismas personas te permitan entrar en sus casas, te den una taza de café, te cuenten lo que ellos pasaron y que sueñan para sus hijos y nietos es algo invaluable de donde aprendí muchísimo; el hecho que me den un “obrigado” por la poca ayuda que podía dar en lugar de estar en una playa o conociendo lugares turísticos fue el mejor sueldo que he recibido, el abrazo interminable y lagrimas en los rostros de las personas al despedirme el 03/Sept me demostró que hice algo bueno y les demostró a ellos que con la unión pueden lograr todo lo que quisiesen, Oasis se volvió el proyecto de mi vida, siento que esas personas realizaron un Oasis en mí, con sus gestos, sus palabras, las invitaciones a visitar sus ciudades natales en navidad, pidiéndome el Facebook para no perder contacto, fue extraordinario.
No puedo dejar de
mencionar tampoco a los amigos que logré, hasta hoy cuando recuerdo nuestras
caminatas, las conversaciones hasta muy tarde, las fiestas, las cenas en la
Estaçao Calabresa, en fin todo lo que hice logra emocionarme tanto que cuando
lo cuento logra quebrarme la voz. Son amigos que voy a tener para siempre, de
los cuales no puedo ni quiero separarme porque siempre encuentro un “Oi, como
você esta?” en el whatsapp, porque se
que los volveré a ver, porque mi experiencia aun no termina, porque sigo
conociendo personas sensacionales que no puede conocer mientras estuve allá,
por las otras invitaciones a proyectos en otras ciudades en otros países; todo
eso tuvo un impacto tan grande y es probablemente porque yo lo viví que me pone
demasiado feliz ver a alguien emocionado en tomar el desafío que yo tomé.
Un intercambio te
enseña muchas cosas, a ser mas independiente, a afrontar retos, a solucionar
problemas, a crear lazos afectivos, a escuchar; yo puedo decirlo, para mi fue
la mejor experiencia que tuve en la vida, por las personas que conocí, por las
personas que estoy conociendo, y porque genero un impacto en mi mucho mas
grande del que yo esperaba.
Leonardo Alvarez
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